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Como ya es tradicional, cada 19 de marzo, fiesta de San José, es agasajado el personal de administración y maestranza. Ese día se recuerda a quienes de manera silenciosa, cada día, hacen su trabajo para que el colegio funcione de la mejor manera. A las 11hs se celebró la eucaristía en la capilla, presidida por el Padre Manolo y luego en la oficina de Pastoral, los presentes compartieron un momento de camaradería.

Compartimos fragmentos del texto enviado por el Pte. de la Red Educativa Marianista, Padre Luis Casala sm.

«Queridos compañeros y compañeras de misión y de trabajo de los Centros Educativos de la REM,
Mis queridos amigos y amigas:
Antes que nada, me alegra muchísimo saludarlos, comunicarme con ustedes a través de este medio y desearles que estén viviendo muy bien, con alegría y esperanza, este tiempo tan hondo de la cuaresma e inicio del año lectivo.
Con motivo de la fiesta de San José se ha hecho tradicional entre nosotros tener una celebración especial con todos lo que colaboran en la misión educativa marianista en la Argentina, desde los espacios de administración y maestranza.
Quisiera este año compartir con ustedes tres reflexiones.
Primeramente, recordar que nuestra devoción a San José, que hace de él uno de los “patrones” y protectores de la Familia Marianista, tiene sus orígenes en nuestro Padre Fundador, el Beato Guillermo José Chaminade. Él, desde pequeño, tuvo una especial devoción y relación con él, hasta el punto que quiso añadir el nombre de “José”, al nombre de Guillermo que le habían puesto sus padres en el bautismo.
Seguramente Guillermo José vio en él no solamente un “santo milagrero” que le podía solucionar fácil los problemas difíciles, sino alguien a quien imitar para llegar a ser una persona buena y feliz, y para ser un buen cristiano. Efectivamente, San José fue un hombre que se supo hacer cargo de la vida amenazada de María, la esposa a la que amaba, y del niño Jesús que ella llevaba en su vientre. Supo confiar en su mujer, supo hacerse cargo de un embarazo que él no había deseado ni buscado, apostando fuerte en favor de la vida. Salvó también la vida de Jesús cuando tuvo que emigrar, como tantos y tantas hoy lo tienen que hacer, para evitar que el tirano Herodes lo asesinara. Fue el primer maestro de Jesús junto con María, su mujer. Le dio ejemplo de trabajo, oración y silencio, honestidad y respeto a las mejores tradiciones del pueblo de Israel. Mucho de lo que Jesús luego enseñó, tuvo que ver con lo que aprendió en su familia y en el taller de Nazaret.
En segundo lugar, invitarlos a valorar su tarea cotidiana y su misión, como parte indispensable de nuestra misión educativa. Ustedes tienen una responsabilidad importantísima en la administración y en el cuidado de “nuestras casas”. Justamente el papa Francisco nos está invitando con urgencia en este tiempo a cuidar nuestra “casa común”, la creación, desde los pequeños gestos cotidianos de convivencia; desde la buena administración frente al despilfarro y a la contaminación del planeta; desde el ahorro y el cuidado de las cosas materiales frente a la cultura consumista que nos genera necesidades artificiales; desde el compromiso por embellecer los lugares comunes que habitamos. El papa nos dice: “Es muy noble el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz
de motivarlas hasta conformar un estilo de vida” (de una de las cartas del Papa, “Laudato si” N° 211).
En tercer lugar, invitarlos a participar cada vez más activamente en nuestra misión. Es importante en la vida saber y sentir que tenemos una misión, una tarea significativa, que nuestro trabajo está aportando a la construcción de un mundo mejor. Ustedes lo están haciendo desde su compromiso con las labores cotidianas en nuestros Centros Educativos, que son también la fuente de trabajo que tenemos que valorar y cuidar.
Ustedes tienen una mirada especial del conjunto de la obra, no sólo de la parte administrativa o edilicia, sino también de nuestros estudiantes y sus familias. Nosotros necesitamos de sus saberes, de su mirada, de sus iniciativas. Porque son miradas y saberes que sólo ustedes tienen desde el lugar propio en el que están trabajando…»

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